Colin Montgomerie, ocho años primero en la Orden de Merito del circuito europeo
Las barreras del tiempo y un deporte especial me impidieron entender la magnitud de un gran deportista. Recuerdo algún torneo televisado en TVE, en la época del bicadenismo, y sentir su presencia, todavía polarizadora, en algún Open de España en el Club de Campo de Madrid. Otras épocas. Pero más allá, Tiger Woods y de lejos, en lo que respecta a mi seguimiento del golf de élite.
Lo poco leído y poco visto hasta hoy, dia de su muerte, hace pensar en un deportista universal. Español si, pero paseándose por la campiña inglesa con la misma seguridad que por los valles pasiegos. Llama la atención el buen apropiamiento que hicieron los ingleses de su carisma y fuerza interior. Desde la tradición golfística de los británicos, Seve o "Sevi", fijó objetivos: el poderío americano. Fue el primer ganador europeo del masters de Augusta, dando paso a otros ganadores como Olazabal, Langer o Faldo, consiguió dar importancia al desafío Europa-America de la Ryder Cup, hasta llevarlo al climax de nuestros dias, se fue al circuito americano, más potente que el Europeo y disgustado volvió para convertir al Europeo en un hermano gemelo. Todo esto enamoró a los ingleses porque a la pérfida Albión le encanta desafiar a su hermano Yanqui. En el golf además era cuestión de orgullo. En España sin embargo jamás se entendieron sus triunfos, causando el malestar de Seve que nunca entendió que se apreciasen sus méritos antes en Inglaterra que en su tierra.
Pero Seve era algo más. Cualquier vídeo suyo de su mejor época lo certifica. Era sonrisa, porte y carisma. Aportaba algo diferente a un deporte de maneras tranquilas y dejes conservadores. De repente apareció un moreno de obra en verdes catedrales sagradas del golf. Representando el folclore y exotismo hispanos, supo mezclar el atrevimiento con el respeto para convertirse en un salvador, gracias, por supuesto, a una genialidad en el golf, pocas veces vista, según los expertos.
El famoso golpe desde el parking con el que Ballesteros se procalmo en el '79 como el más joven ganador del Open Britanico.
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