viernes, 24 de junio de 2011

La personalidad de Dirk y la fuerza del grupo

"Los jugadores ganan partidos pero los equipos ganan campeonatos"
Michael Jordan

La conclusión de la temporada deportiva de invierno, es decir la de los deportes de equipo de tradición europea: fútbol, baloncesto, balonmano etc...La llegada del verano y el cumplimiento del ciclo anual más exitoso del deporte español pide a gritos una reflexión. Los sucesos que han servido como coronación a este giro invernal, suerte repartida lo más justamente posible, los premios a unos, los fracasos a otros y la lista de los deportistas que más ganan publicada por la revista Forbes invitan también, de manera mas  profunda, a encarar esa reflexión.

"Los que mejor lo hacen" no es lo mismo que "los que hacen lo mejor"
De la lista de los 50 deportistas mejor pagados del mundo podemos pensar que los que se sitúan más alto es porque son los mas seguidos y si son los mas seguidos es porque son los que mejor han hecho su trabajo. Fútbol y baloncesto son los deportes más representados en los primeros puestos, incluso viejas glorias como Shaquille, Beckam o Ronaldihno se sitúan por encima de los jugadores de las, otros años en los primeros puestos, ligas de baseball y fútbol americano y de individualistas del boxeo, golf y tenis. La primera conclusión es que en fútbol y baloncesto, en los últimos años, se vienen haciendo las cosas bien, renacidos de las sombras de ceniza. Y por eso la gente les sigue.

Modelos de victoria colectiva
Los campeones del mundo, oficiosos u oficiales, de estos dos punteros deportes de equipo, resulta que se parecen. Y por ahí podríamos llegar a otra conclusión. 
Es obvio en qué son similares: la personalidad mas fuerte de estos dos equipos es la del grupo, táctica, técnica y anímicamente. A pesar de tener ambos una gran estrella por encima de los demás cuyo liderazgo se reconoce sin discusiones, esto se produce gracias a que el equipo se confecciona en torno a ellos y el hecho de que arrope convenientemente a la estrella es tan importante como la estrella misma. Es por eso que Guardiola se sacó de encima a E'too, Deco y Ronaldinho. Es por eso que del banquillo de Dallas se tuvieron noticias en la cancha y no fuera.
No es baladí hablar de los teóricamente obvios valores del equipo en los deportes no individuales. En los años anteriores, la tendencia, como no, desde la nación de las barras y estrellas, había sido la creada indirectamente por un jovencito, negro perfecto de la calva a los pies, rodillas de goma, lengua fuera en sostenibilidad aérea que hacia parecer que él sólo, conseguía las victorias para un equipo del montón. Seis en total construyeron el mito. Y el mito ya se sabe que, para intereses de algunos, vuela solo, tan bello, separado de la terrenal realidad. La verdad: ni lo uno ni lo otro, pero ya se sabe que cuando uno no sabe lo que se hace, lo mejor es seguir lo que hacen los demás. Así se creo la tendencia a confiar en las individualidades, aunque claro está, con el apadrinamiento de la industria que vio el dinero en el culto a las estrellas, por otro lado un modelo ya creado para el cine.
Se perdió de vista que hasta Jordan tenia un buen equipo y quizá el mejor entrenador de la historia del baloncesto, el maestro zen, Phil Jackson, del que no puedo dejar de mencionar la buena costumbre que tenia de regalar todos los años a sus jugadores un libro.
Esta tendencia, basada en el aspecto económico, que en la NBA sigue vigente aunque, al final, todos los años, el gato al agua se lo lleve, estrellas aparte, un conjunto con los valores colectivos funcionando a pleno rendimiento (solo un nombre como ejemplo: Spurs), se ha trasladado a otros deportes. La ascensión de los activos del club, centrados en un personaje, la necesidad de rellenar la hoja vacía con reclamos para el aficionado que cree a pies puntillas en un salvador, la falta de planificación, y la libre circulación de deportistas han sido las principales causantes de la puesta en práctica de esta visión deportivo-mercantil, que se ha demostrado, cuando el peso del dinero inclina la balanza hacia el punto de vista económico, totalmente desastrosa para el común fin que da sentido a todo: la victoria deportiva.
Las victorias de Mavericks, FCBarcelona y selección española de fútbol dan fuerza a la teoría contraria: lo mas importante es el grupo y no las individualidades por muy productivas que sean en todos los sentidos.
No es cuestión poco importante ya que las técnicas por ejemplo de Guardiola para motivar al grupo para conseguir resultados son tenidas en cuenta, estudiadas y hasta copiadas por grupos empresariales de gran magnitud, deseosos de sacar el mismo rendimiento de los jugadores a sus trabajadores.
La fuerza del grupo no es un estilo, es un fin. El estilo es jugar ofensiva o defensivamente, en zona o individual, a la carrera o estático. El grupo es la base. Hay que tener cuidado en no confundir esto porque no me gustaría que se viese aquí una crítica por ejemplo a Mourinho y el Madrid  de fútbol de este año, buscadores con ahinco de esa armonía. Al contrario, el portugués es uno de los mejores motivadores, el creador de grupos fuertes como rocas como el Internazionale di Milano. Si podría ser una crítica sin embargo a algunos de los dirigentes, siempre guiados por su olfato para los negocios, como los de Heat, Manchester City o Madrid. 

Modelos de victoria individual
El hecho de que el funcionamiento como grupo sea la condición única indispensable para ganar, según mi visión de los hechos, sostenida en los citados ejemplos, no implica que, a pesar de que los jugadores roten, cambien las rachas con el tiempo y haya muchos y muy buenos, existan algunos que, porque poseen condiciones extraordinarias o porque, en momentos cumbre consigan alcanzar un rendimiento extraordinario, consiguen ser totalmente determinantes en minutos, partidos o incluso torneos y eliminatorias. ¿Alguien duda de que Argentina no hubiese ganado el mundial 86 sin Maradona? No solo eso, si no que algunos creemos que en la determinación individual reside una de las grandes bellezas del deporte, de ahí su valor comercial.
Dirk Nowitzki es uno de esos genios. Un genio tranquilo, al mismo tiempo con la cultura resignada de los mediocres o productividad alemana, según se mire. Con las cosas tan claras que se saltó Europa. Cuando venció dijo: "Es una sesación increible ser Campeones del Mundo". ¿Qué es Europa en el mundo del baloncesto? Se desprende de sus palabras.
El ejemplo de la entrada de Nowitzki (que pasó directamente de un segunda división aleman a la liga profesional americana) en la NBA y las dudas creadas actualmente ante la noticia del definitivo fichaje de Ricky Rubio por los Timberwolves de Minnesota me llevan a otra reflexión: si en el baloncesto Europa debe ser la liga universitaria americana, el jugador con la suficiente calidad y determinación debe jugar cuanto antes con los mejores. Esto se puede extrapolar a otros deportes.
No hace mucho tiempo en mundiales de baloncesto y Olimpiadas, los universitarios americanos competian por su pais con los temibles rusos y yugoslavos, y en muchas ocasiones  ganaban. Ahora que juegan los mayores, las cosas han cambiado un poquito, en vez de ganar, arrasan (cuando se lo toman en serio, claro). Sigue habiendo una diferencia brutal mientras en Europa siguen sobreproteccionando a jovenes jugadores esgrimiendo los valores del baloncesto FIBA. La idea que da el ejemplo de Nowitzki es la de que los jovenes grandes jugadores, si demuestran determinación, deben jugar cuanto antes se pueda, y con su lógico proceso de adaptación con los mejores, y si no se demuestra determinación, es que a lo mejor no se esta preparado para la NBA.
Gasol también es un ejemplo de ello. Navarro y Rudy podrian ser de lo contrario, aterrizados con estatus de estrellas en Europa, ninguno de los dos demostró o esta demostrando, gran adaptación. En el caso de Ricky, para mi este año ha sobrado, ahora llegan las dudas.
En el capitulo de las extrapolaciones, consciente del riesgo de banalización que supondría poner de nuevo el ejemplo del Barça, podríamos hablar del Villareal:  Bruno, Catalá, Marcos Ruben, Wakaso son muy jovenes y producto de la cantera (el villareal B milita en segunda división A). El resultado: Liga de Campeones.
Busquets, Pedrito... Son ejemplos de que cuando hay determinación y calidad, y las dos se entrenan, el jugador debe, por muy joven que sea, jugar con los mejores.
El ejemplo de Dirk Nowitzki, ya mencionado, es el más ilustrativo. Un vistazo a su trayectoria da cuenta de como se olvidó de la competición Europea. Jugaba en un equipo de segunda dvisión en Alemania antes de los 20 pero pasaba horas practicando con un entrenador personal que supo ver su talento, jugadas por aquí, tiros por allá. Hay un video muy bonito en el que se ve como Nowitzki, sin rival, entrena exactamente las mismas jugadas que luego ejecuta en los partidos. Y una, y dos, y tres...Llegado el momento su entrenador y mentor le dijo mas o menos: "Ha llegado el momento en el que decidas entre la comodidad de ser una estrella en Europa o intentar jugar al nivel de los mejores". Lo mas impresonante es que fue una decisión calculada, en ese momento ya le tendrian echado el ojo por las cuatro esquinas, pero sorprende la determinación de un hombre consciente de sus objetivos. Es algo como "Soy muy bueno, voy a intentar ser el mejor". El resultado es el mejor jugador europeo de todos los tiempos y un ejemplo de como llevar la carrera de un jugador sin  velocidad, ni salto, pero con una altura y una determinación innatas.

El vídeo comentado donde se ve perfectamente como las jugadas entrenadas por Nowitzki y Holder Geschwindner son realizadas exactamente igual en los partidos.


Los Toros: "Patrimonio cultural" en Francia

Ampliando el blog, como en ese noticiero entrañable de la televisión Mexicana "Galavisión", a "Toros y Deportes", os dejo este articulo que nos deja en muy mal lugar. Y es que la tendencia de cargarnos las cosas mas grandes que tenemos la llevamos en la sangre independientemente de nuestros ideales. Como sigamos así, dentro de unos años la fiesta nacional mas auténtica será francesa. Y les aplaudirán por ello.


plaza de toros de Nimes (Francia)

martes, 14 de junio de 2011

Todos los Campeones de Europa

Equipo País Títulos Subcampeón Años campeón
Real Madrid Bandera de España España 9 3 1956, 1957, 1958, 1959, 1960, 1966, 1998, 2000 y 2002
AC Milan Bandera de Italia Italia 7 4 1963, 1969, 1989, 1990, 1994, 2003 y 2007
Liverpool Bandera de Inglaterra Inglaterra 5 2 1977, 1978, 1981, 1984 y 2005
Bayern München Flag of Germany.svg Alemania 4 4 1974, 1975, 1976 y 2001
FC Barcelona Bandera de España España 4 3 1992, 2006, 2009 y 2011
Ajax Bandera de los Países Bajos Países Bajos 4 2 1971, 1972, 1973 y 1995
Inter de Milán Bandera de Italia Italia 3 2 1964, 1965 y 2010
Manchester United Bandera de Inglaterra Inglaterra 3 2 1968, 1999 y 2008
Benfica Bandera de Portugal Portugal 2 5 1961 y 1962
Juventus Bandera de Italia Italia 2 5 1985 y 1996
Nottingham Forest Bandera de Inglaterra Inglaterra 2 0 1979 y 1980
FC Porto Bandera de Portugal Portugal 2 0 1987 y 2004
Celtic Bandera de Escocia Escocia 1 1 1967
Hamburgo Flag of Germany.svg Alemania 1 1 1983
Steaua Bucarest Flag of Romania.svg Rumania 1 1 1986
Olympique de Marseille Bandera de Francia Francia 1 1 1993
Feyenoord Bandera de los Países Bajos Países Bajos 1 0 1970
Aston Villa Bandera de Inglaterra Inglaterra 1 0 1982
PSV Eindhoven Bandera de los Países Bajos Países Bajos 1 0 1988
Estrella Roja Bandera de Serbia Serbia 1 0 1991
Borussia Dortmund Flag of Germany.svg Alemania 1 0 1997

F.C.Barcelona 3 - Manchester Utd. 1. El círculo Wembley.

"Hay partidos que desbordan las fronteras de los clubes"
Andreu Buenafuente, actor, presentador y director del programa Buenafuente.

El Barcelona se tomo el tiempo necesario, encarando la historia con naturalidad. Su futbol necesita, como los buenos guiones, una buena introducción. Poner todos los elementos en su sitio para que el nudo se desarrolle sin fisuras hasta el climax final. El Manchester incomodó al principio, desasosegó como aquel personaje del que aún desconocemos sus giros. No tardó en girar hacia su porteria convirtiendo la pelicula en una historia de amor en el que el desenlace, como no, se llamó Villa.

Una vez colocados los elementos de manera natural y estudiada, el guión, como el de aquella película que jamás te importa volver a ver, no por repetido resultó insulso al  encontrar el marco perfecto. Kubrick, Chaplin, Welles, Hitchkock, no recibieron jamás el reconocimiento de la industria, el Oscar. El Barça ha encontrado su Oscar, sus titulos, el marco, la excusa incontestable, la adversativa eliminada... Ya no existe el "pero" en su historia. Es un grande sin fisuras, lejos del sindrome de la Holanda de Cruyff y otros grandes equipos que adolecieron de carácter para ser ganadores.

La timidez del Manchester, excluyendo al díscolo Rooney, fue el respeto a la historia que caminaba con pies de gigante por la pradera, ninguna hierba mas alta que la otra, del fastuoso Wembley.

Hasta el propio Sir Alex, escondió sus colmillos  y enseñó sus bambinescas tiritonas. A diferencia de Mourihno, juventud cabezona, no pudo continuar la farsa, allá en las insipidas salas de prensa, y fascinado por los movimientos de un balón que creia suyo, finalmente abdicó. Pudo su amor por el futbol, antes que su amor por el teatro. 

El partido, deciamos, necesitó de esos minutos de preparación tan comunes en todos los partidos del Barça. La verdadera duda era la versión que ibamos a ver del conjunto de Guardiola. Es decir, si el campo acabaria inclinandose, como en otras ocasiones, hacia la porteria contraria, despues de que sus arquitectonicos centrocampistas fijasen los puntos de apoyo imprescindibles. Y ocurrió exactamente eso. Hasta el punto que el Manchester pareció cualquier rival de la Liga y Wembley se vistió de Camp Nou. Fue un baño.

El Manchester, cierto es que, exceptuando los 10 primeros minutos, pareció ese Federer que claudica resignado frente a Nadal en la cerámica parisina, pensando que es mejor pensar en otra cosa antes de que tengas la ocurrencia de hacer frente a tu rival. Quizá fue este un Manchester inércico, sin duda puntero, pero sin la categoria de otros años. Confiaria antes en el apache Tevez, curtido en mil batallas, argentino, frente al aún inexperto Chicharito, para duelos de enjundia. Sigue siendo todavia mejor Cristiano que su compatriota Nani, borrado a última hora del once. Por no hablar del maestro Scholes, lo más parecido a Xavi allende nuestras fronteras, a un paso de la retirada. El Barcelona cuece a fuego lento sus figuras y poco a poco cogen el color de los ganadores. Aquel que solo se colorea en el semblante de Giggs y por supuesto Rooney por parte de los diablos rojos. Culpa del duo inglés fue el espejismo del gol del Manchester. Categórica, fulminante, inteligente y vertical fue la jugada que protagonizaron. Mucha clase.

El Barcelona se encontraba entonces en un escenario nuevo, cuando el peso se colocó en el otro lado de la balanza para poder alcanzar la cima sin esfuerzo por una vez y no encima de sus cabezas. Plúmbeo peso de la historia, depende de que lado este, puede acariciarte como una pluma.

El equipo gestado en La Masia ejerció de Real Madrid autoritario, de presionante Milan, de mecánico Bayern Munich, de arrasador Ajax, de luchador Liverpool para presentar su consagradora cuarta Copa de Europa.

Seguidores