Únicas declaraciones conocidas de Lionel Messi antes y despues del partido de ida de semifinales de Champions League entre el Real Madrid y el Barcelona.
Tras la marea blanca, naranja, azul y negra o azul, que contra el blaugrana lo mismo dá, me quedo con Messi.
Después de las anécdotas en salas llenas de ordenadores que traducen los gritos, me quedo con Messi.
Tras la infante rabia vuelta en reconocedor enfado del portento de la isla, me quedo con Messi.
Desde la pobre Madeira, criadora de torsos perfectos y pies fuertes, ingenua y desafiante, llega algo de cordura. Quizá, el portento, por fin, se ha dado cuenta de que hay algo más. Y el choque con la realidad puede traer consecuencias al igual que en la Plaza de la Libertad.
No conviene hablar mucho, pues ese es el terreno de los que se saben inferiores. Quedamos en el campo en el minuto 86, donde triunfó el futbol.
Aqui, consejos de un baloncestista madridista para los madridistas
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